22 Ago Alf
En el metro repleto de viajeros, una sola conversación se celebra en el vagón tres…
– ¿Eres tú? …¡Joder! ¡Sí que eres tú! El bicho raro…¿Cómo era…?
– Alf, tío, soy Alf…¿qué demonios te pasa?
– Aún no me explico el éxito de tu serie. Mira que hace años, pero es que no se me va de la cabeza.
– Vaya, creí que ibas a pedirme un autógrafo…
– Menuda bazofia…No entiendo qué talento descubrieron en ti.
– Bueno, lamento importunar a su majestad, el rey del karaoke…
– Es que no se cómo podía ser protagonista alguien como tú…
– ¿Cómo yo?
– ¡Sí! Con esos…pelos…y esa nariz… ¡Y con ocho estómagos!
– ¿Tu te has visto en el espejo, amigo?
– El resto eran personas normales, ¿sabes? ¡Normales! Pero tú…
– Mira mi mano, ¿la ves? Háblale a mi mano…
– Menudo bicho… ¡Encima comes gatos! Menos mal que la serie se acabó.
El convoy está entrando en la estación donde debe bajarse Alf…
– Querido compañero. Ha sido una conversación tonificante pero tengo que largarme. Es normal que no soportes a alguien por ser un cafre. Pero si no lo soportas solo por ser un extraterrestre, entonces el cafre eres tú…
– ¿Sabes? Est…
– ¡Mi mano! ¡¡¡Recuerda hablarle a mi mano!!!
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