21 Jul Plaza Alta

¿Sabes? Tengo un tesoro escondido…

Ven, acércate a mis baldosas.

Dame tu luz nueva de navegante.

Quedemos en el centro de mi planta

y yo te daré mi juego de espectros.

¿No me conoces?¿Sabes quién soy?

Dame tu curiosidad y te daré un lamento gitano,

un grito que despierte a las estrellas,

tan grande que te estremezca,

tan fuerte que rompa la luna,

que acuda a dormir contigo en tu cama temporal.

Baila. ¿Te gusta bailar?

En el rincón más alto de tan alta ciudad

se alza un tablao vestido de pórticos

dibujados con tu público impaciente.

Abandónate, pues,

al ritmo de las luces de la fiesta.

Saluda. Sonríe. Estás aquí.

En el centro mismo de la luz flamenca.

Juega, ¿no quieres jugar?

Cierra los ojos y duerme en tu infancia.

Dibuja una rayuela sobre mis adoquines,

que inspire tus juegos de antaño,

y risueña, por ello, la luna recompuesta te mire.

Ven, acércate.

Habita entre mis paredes un teatro de sombras

creadas con luces de mil colores:

blancas, azules, amarillentas,

vigorosas, embrujadas…

El fortín que me vigila guía su obra con ellas.

Pasionales y candentes, son actrices y cantantes. 

Y un aquelarre perfecto surge en la noche danzante.