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Festival Escénicas

29 de julio de 2021

Maribel Mesón es La Productora de las Suplicantes.

Es decir, es una mujer sola que construye con sus dos pequeñas manos un barco en el que cruzar el Mediterráneo y abrazar la incertidumbre.
Maribel hace de sus flaquezas un escudo y remienda las costuras del miedo con la fuerza titánica que tienen las mujeres cuando creen en sí mismas y ocupan con determinación el lugar que saben que les corresponde.
Es una mujer de bandera, que es lo mismo que decir que ha cosido con los retazos de nuestras almas la bandera de Las Suplicantes, enarbolándola con un coraje de corsaria que viene cabalgando desde la Antigüedad.

Testimonios de alumnas y alumnos

de la Escuela Municipal de Teatro de Guareña.

Esperanza Granados

Fue un abrazo muy especial. Muy bonito… Me felicitaba por el premio logrado con El principito.

Así comienza Eva a hablar de Esperanza. Una mujer fuerte, sensible y luchadora. Allá por 2003 formaba parte de uno de los grupos de teatro del, en aquellos momentos, taller escénico de Guareña. Como cada martes, el grupo trabajaba con Eva en un ejercicio final de expresión corporal. Comenzaba con todo el grupo tumbado en el suelo. Cada alumna debía representar algo parecido a un alga marina, mecida al son de la canción de Acetre “El fado de la luna”. Poco a poco, a través del contacto físico, debían unirse en una sola célula, representando un solo cuerpo, una sola alma.

Al término de la sesión, el grupo se despidió hasta la próxima clase…

Esperanza fallecía a la mañana siguiente mientras desayunaba con su hijo. Eva recibió la noticia grabando la BSO para el estreno en Madrid de El principito, celebrado con ocasión del Premio Nacional de Teatro Infantil “Pequeño Teatro”.

La noticia cayó como una losa entre los conocidos de Esperanza. Al martes siguiente, el grupo de teatro volvió a reunirse. Todas se abrazaron hasta formar una sola célula. Todas lloraron con un solo cuerpo, todas despidieron a su compañera como una sola alma.

Y decidieron continuar haciendo teatro. Decidieron recordar para siempre “el abrazo mecido en el agua” con el Fado de la Luna de fondo. Y decidieron rendir el mejor homenaje a Esperanza,  otorgando a su grupo de teatro el mejor nombre posible: GRUPO ADELANTE.

Eva me cuenta esta historia en el silencio del salón de actos, iluminados ambos solo por la penumbra de la luz que viene del camerino. La historia de Esperanza es una de las tantas “historias con alma” que forman parte de esta escuela. Me dice que “las raíces de la escuela de teatro están trenzadas de historias muy poderosas y muy hermosas“. Me dice que “las cosas que merecen la pena llevan el alma de sus creadores en sus fibras“. Me habla de Dámaso, de Verónica Murillo, de Juana, de Vicenta, etc. Ellos y ellas son las raíces de esta Escuela de teatro.

Chesku Jimenez Andrade-Saquete
chesku.jimenez@gmail.com
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