07 Nov MEDELLÍN

¿Sabías que en Medellín, en apenas unos pasos, se reúnen más de dos mil años de historia?

Al subir el cerro, el imponente Castillo de Medellín, de origen musulmán en el siglo IX y ampliado por los reinos cristianos, se alza sobre la colina como testigo de siglos de vigilia y refugio. Bajo sus murallas, a los pies del castillo, se halla el elegante Teatro Romano de Medellín. Los romanos aprovecharon la pendiente natural para tallar sus gradas en la roca, y aún hoy se conservan sillares, escenario y estructura, huellas vivas de aquella población de Metellinum.

A la sombra de estas piedras, la Iglesia de San Martín Obispo conecta la vida espiritual y comunitaria de la villa. Edificada en el siglo XIII sobre vestigios romanos, mezcla elementos proto-góticos con añadidos barrocos y alberga la pila bautismal que, según la tradición local, fue testigo del bautizo de Hernán Cortés. Su visita nos recuerda capas superpuestas —templos, torres, murallas— donde lo romano, lo medieval y lo moderno dialogan sin interrupciones.

Este rincón guarda una poesía especial. Es un escenario vivo donde se cruzan memoria, paisaje y saberes. La piedra romana que se convierte en grada, la sala de espectáculos flanqueada por torres medievales y el templo cristiano que reposa sobre las huellas de Roma, narran juntas, el encuentro de culturas que define la identidad de Medellín.