Pronombre personal que interpela. Que llama a un dios. También al diablo. Y al amante loco y enamorado o a la celestina que une verdades. Tú eres la oprimida, la mujer valiente, la yerma, la desnuda. Tú un campesino, una criatura mitológica, un animal salvaje. Tú el débil, el abogado que pertrecha en la sombra, el hombre justo, la mujer herida, el destronado o la osada. El protector, la guerrera, el noble que tiraniza, la ninfa de un bosque inventado. Hereje, viuda, asesino, solemne, lavandera. El pueblo que se rebela, la jauría que grita, el que llora, el que lucha o la amiga que abraza. Todo lo que eres. Todo lo que sois. En un escenario, tú también puedes crear a otros, puedes incluso volver a ser tú.

Carne de cañón. Siendo tú mismo

Carne de Cañón es una obra de teatro que grita contra el acoso escolar, el ciberacoso y los trastornos alimentarios. Una creación propia a cargo del Grupo Juvenil de Integración para personas con y sin discapacidad intelectual de la Escuela de Teatro de Guareña, dirigido por Eva Romero.

La propia directora de este montaje dice:

“Muchos de mis actores y actrices han sufrido acoso escolar. Tienen poco más de 16 años y ya han conseguido destilarlo en Arte gracias al teatro, subirse al escenario, contarlo y ponerlo al servicio de algo más grande, susurrar palabras a las víctimas para que se levanten siempre una vez más, para que pidan ayuda, para que sepan que les van a querer, que no están solos…

Y mirar a la cara a los verdugos. A la cara. En los propios institutos. Y decirles BASTA.

No se me ocurre generosidad más grande…”

Esta creación ha sido galardonada en las ediciones de 2014 y 2017 de los Premios Buero de Teatro Joven en las categorías de Mejor Obra, Mejor Dirección y Mejor labor didáctica y de Implicación Juvenil. El guión está basado en casos reales extraídos de recortes de prensa y en textos del escrito Roy Galán. Además, formó parte en su momento de la Campaña contra la Intolerancia en Internet, NO HATE SPEECH y recorrió varios institutos a lo largo del territorio extremeño.

Os dejamos con un fragmento que lo dice casi todo.

“A veces, los malos ganan. Alan no lo ha conseguido. Con lo complicado que es esto para todos. Alan tenía ya una identificación con su nombre. Y esto, para un chico tan sexual de 17 años, debe ser lo más importante. Por que por fin se unían sentimiento y realidad. Y eso siempre es un triunfo.

Pero por desgracia estamos los humanos, que solo pensamos en ejercer poder sobre otros. Acosar y derribar: bollera, tortillera, lesbiana… un profesor usando en público un término legal que provoca vergüenza. Travesti, puedes usar el baño para personas con discapacidad…

Cuánta ignorancia cabe dentro de la humanidad (…) No es una cuestión de sexualidad, es una cuestión de identidad. De mostrarse tal cual eres”.